Hoy por el día sexto de un encierro casi que absoluto, en un espacio muy reducido del lugar que por muchos años fue mi hogar, Dios ha hecho una vez más su obra en mi y me ha llevado a re-descubrir eso que por muchos años amé y que por estupidez deje perder, hoy nuevamente he sentido la inmensa y hermosa necesidad de escribir, quizás con un propósito un poco distinto que el que generalmente tenía, quizás porque necesito salir un poco de mi para no enloquecer, quizás porque sé que mi "locura"puede llevar un tanto de sanidad a otros más necesitados que yo.
Hoy he decidido que es justo plasmar un poco de lo que llevo adentro en este espacio un tanto informal, un poco menos académico que los acostumbrados medios en los que en los últimos años me he comunicado... Hoy he decidido que la luz es la que debe brillar y que, es Quien me ha salvado Quien debe encontrarse con mi realidad diaria y no aquel que me lo ha quitado todo muchas veces, aquel que no se resigna a que mi amor estará con Quien me creó y no con quien me ha hecho creer falsedades de mi.
Y es por eso que, a diario procuraré darme un respiro por acá con respecto a mis pensamientos, pero también, pondré aquí algo de la fe que me salva en cada respiro: la situación que se nos ha obligado a vivir, puede ser el justo medio para encontrarnos con nuestra intimidad y aquello que por ruido externo hemos decidido obviar, esta crisis bien puede sacar lo mejor de cada uno de nosotros, esto puede ser sólo esa prueba que nuestra humanidad necesitaba, para hacerse evidente y palpable de nuevo... Aquí estoy hoy, con la firme confianza de que podemos regresar a eso que Él quiso al crearnos, con el pleno ideal de hacer de mi y de mi mundo, de mi cercano, algo mejor de lo que podría ser en medio de la frialdad y el egoísmo que me han sujetado a experimentar.